Son
saludables
Los productos ecológicos son más
saludables ya que están libres
de residuos tóxicos persistentes procedentes de pesticidas,
insecticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes,
muchos de ellos utilizados en la agricultura convencional para eliminar
insectos o plagas y combatir enfermedades, para añadirles color y brillo
(manzanas, naranjas, etc.) y que a medio o largo plazo producen causas muy
negativas en nuestro organismo, como por ejemplo Párkinson. Al no contener
substancias artificiales, los alimentos procedentes de la agricultura ecológica
son asimilados correctamente por el organismo sin alterar las funciones
metabólicas. Según los especialistas en nutrición, gran parte de las
enfermedades degenerativas tienen su origen en la alimentación.
Otra característica de la
agricultura ecológica es que, al cultivar los alimentos en suelos equilibrados
por fertilizantes naturales, los productos son más nutritivos ya que contienen
unos niveles más altos de vitaminas –especialmente
la C–, minerales esenciales –calcio, magnesio, hierro, cromo…–, antioxidantes –que
ayudan a prevenir determinadas enfermedades como el cáncer–, hidratos de
carbono y proteínas.
Aquí puedes ver tablas comparativas de alimentos
ecológicos y convencionales
No contienen
aditivos sintéticos
Los alimentos ecológicos no
contienen aditivos de síntesis que pueden provocar problemas en la salud tales
como insuficiencias cardíacas, osteoporosis, migrañas,
alergias, hiperactividad, Párkinson, etc.. Cabe destacar que
los productos biológicos, cultivados sin el uso de agroquímicos, respetando los
ritmos naturales y sin aditivos, son equilibrados y muy ricos en nutrientes.
Por otro lado, diferentes estudios han demostrado que no es imprescindible la
incorporación de sustancias de síntesis en el cultivo o producción de alimentos
ni en su conservación posterior. No hace falta buscar productos fuera de
temporada para colmar las necesidades nutricionales de nuestro organismo.
No contienen
pesticidas
Centenares de pesticidas químicos
son utilizados habitualmente en la agricultura convencional lo que provoca que
restos de residuos de pesticidas
aparezcan en los alimentos procedentes de esta agricultura que ingerimos
diariamente. Diferentesestudios toxicológicos realizados
demuestran la relación existente entre los pesticidas y ciertas patologías como
el cáncer, las alergias y el asma.
El uso de pesticidas también es perjudicial para la
salud del trabajador agrícola, un problema serio especialmente en países en
desarrollo, donde el uso de pesticidas está poco regulado.
Por otra parte, en Europa se ha
ocultado la alta toxicidad del glifosato.
A su vez, la utilización de estas sustancias daña
el medio ambiente y conlleva un coste adicional a la sociedad, ya que ésta debe
eliminar los residuos que los pesticidas dejan en la naturaleza.
No contienen
organismos genéticamente modificados
En la agricultura ecológica no se
autorizan los organismos genéticamente modificados (OGM). El cultivo de OGM
tiene consecuencias negativas para el medio ambiente y faltan investigaciones
sobre las consecuencias a largo plazo del cultivo transgénico; actualmente no
existen resultados científicos que demuestren que el cultivo de OGM y los
alimentos transgénicos sean inofensivos para el medio ambiente y la salud
humana, y ya se conocen efectos indeseados por
la ingesta de plantas modificadas genéticamente .
Además, tan sólo cuatro compañías controlan la
alimentación mundial
La agricultura con organismos
genéticamente modificados conduce hacia la uniformidad genética y con ello
hacia una erosión genética, lo que significa una pérdida de variedad, con
grandes extensiones de un mismo cultivo. La agricultura ecológica quiere conservar
e impulsar la variedad genética de las especies y tipos, y con ello la riqueza
de los paisajes de cultivos autóctonos. Aquí tienes más detalles sobre la pérdida de biodiversidad
Son
sostenibles con el medio ambiente
Respetar el medio ambiente es una
de las máximas de los productos ecológicos; cuando consumimos alimentos de
cultivo ecológico colaboramos en la conservación
del medio ambiente y evitamos la contaminación de la tierra, el
agua y el aire.
La agricultura ecológica es la más respetuosa con
la fauna, la que genera una contaminación más baja de aerosoles, produce menos
dióxido de carbono, previene el efecto invernadero, no genera residuos
contaminantes y ayuda al ahorro energético y de los gobiernos, ya que en el
cultivo y en la elaboración de los productos se aprovecha el máximo de recursos
renovables.
Cabe destacar que la disminución de la diversidad
biológica es uno de los principales problemas ambientales de la actualidad; la
agricultura orgánica preserva las semillas para el futuro, impidiendo, de este
modo, la desaparición de algunas variedades de gran valor nutritivo y cultural.
Tienen
máximos niveles de calidad
Los alimentos ecológicos provienen de la
agricultura ecológica, que utiliza un sistema de producción de la máxima
fiabilidad pues está sujeto a una trazabilidad desde el campo hasta la mesa
mediante el Reglamento Europeo 834/2007.
Todos los agentes que intervienen en la cadena
agroalimentaria están sujetos al control e inspección de las materias primas
utilizadas, el proceso de elaboración, el envasado, el etiquetado, etc.
mediante las empresas de control y certificación acreditadas.
Son
respetuosos con la naturaleza
La agricultura ecológica fertiliza la tierra y
frena la desertificación; favorece la retención del agua y no contamina los
acuíferos; fomenta la biodiversidad; mantiene los hábitats de los animales
silvestres, permitiendo y favoreciendo la vida de numerosas especies; respeta
los ciclos naturales de los cultivos, evitando la degradación y contaminación
de los ecosistemas; favorece la biodiversidad y el equilibrio ecológico a
través de diferentes prácticas: rotaciones, asociaciones, abonos verdes, setos,
ganadería extensiva, etc.; potencia la fertilidad natural de los suelos y la
capacidad productiva del sistema agrario; recicla los nutrientes
incorporándolos de nuevo al suelo como compost o abonos orgánicos, y utiliza de
forma óptima los recursos naturales.
En resumen, respeta el equilibrio de la naturaleza
contribuyendo a la preservación del ecosistema y al desarrollo rural
sostenible.
Son más
sabrosos
Los productos ecológicos, al ser elaborados de
forma más artesanal y cuidadosa, recuperan los gustos originales y tienen mejor
sabor. Debido a que las plantas sólo son regeneradas y fertilizadas
orgánicamente, éstas crecen más sanas y se desarrollan de mejor forma,
conservando el auténtico aroma, color y sabor. Por ello, muchos consumidores
prefieren alimentos ecológicos, ya que conservan el verdadero gusto de cada
ingrediente y les permite recuperar el sabor tradicional de los alimentos.
Además, los alimentos ecológicos se conservan mejor que los convencionales.
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